Alice A. Bailey
(Manchester, Lancashire, 16 de junio de 1880 –
Nueva York, 15 de diciembre de 1949)
En esta página se trata el famoso aforismo de la antigüedad griega ``CONÓCETE A TI MISMO``. Enunciado que ha guiado a muchos buscadores de la verdad. Se presentan 12 compilaciones en pdf de los libros azules de Alice A. Bailey que pueden descargarse gratuitamente.
Alice A. Bailey
(Manchester, Lancashire, 16 de junio de 1880 –
Nueva York, 15 de diciembre de 1949)
Maestro Djwal Khul
El tibetano
Alice A. Bailey en su Autobiografía Inconclusa, publicada en 1951, narra la historia de los años dedicados al trabajo telepático que realizó conjuntamente con El Tibetano. Relata el primer contacto establecido con él en el plano físico, que tuvo lugar en California, en noviembre de 1919. El trabajo proyectado debía abarcar un período de treinta años. Treinta y tres días después de finalizar dicho período, Alice A. Bailey se liberó de las limitaciones del vehículo físico.
La Autobiografía contiene además ciertas declaraciones hechas por El Tibetano respecto a su trabajo y explica algunas de las razones por las cuales fue emprendido. Durante las primeras etapas se debía poner cuidadosa atención a esas condiciones imperantes en el plano físico que aseguraran mejor el éxito del proceso telepático. En años posteriores la técnica llegó a ser tan perfecta y el mecanismo etérico de Alice A. Bailey estaba tan finamente sincronizado y ajustado que prácticamente el proceso no exigía esfuerzo alguno, quedando así demostrada, en grado sumo, la realidad y utilidad práctica del intercambio telepático.
En muchos casos, la mente concreta inferior (frecuentemente restringida por el idioma) al exponer verdades espirituales se veía obligada a expresar ideas abstractas y conceptos sobre realidades espirituales hasta ahora desconocidas. Repetidas veces se les ha prevenido, a quienes leen libros recibidos telepáticamente, respecto a las limitaciones que existen para expresar la verdad, lo cual frecuentemente se olvida. Su constante repetición constituirá en el futuro uno de los principales factores que evitará la cristalización de la enseñanza y que ésta se convierta en otro culto sectario y dogmático.
Al iniciarse este esfuerzo unido y después de una concienzuda consideración, El Tibetano (D. K.) y A. A. B. decidieron que ella, como discípulo activo en el plano externo, fuera quien se hiciese cargo, en lo posible, de la responsabilidad kármica en dicho plano, y presentara la enseñanza al público bajo su nombre.
La actitud adoptada por ambos permitió eliminar la estructura limitada sobre la cual se apoya la enseñanza esotérica, su misterio, espejismo, pretensión e impracticabilidad. Su posición contra las aseveraciones dogmáticas ha ayudado a establecer una nueva era de libertad mental para los estudiosos de las progresivas revelaciones de la Sabiduría Eterna.
FOSTER BAILEY Tunbridge Wells.Diciembre 1950.